domingo, 28 de diciembre de 2008

NO SE NI LO QUE SOY NI LO QUE QUIERO



Tengo el alma en una cumbre borrascosa
No se ni lo que soy ni lo que quiero
Solo que a estas horas aun espero
Que alguien redima esta soledad
Que pesa para mí como una losa
Amores pasajeros hay a cientos
Van y vienen, se pasan y se olvidan
Llenan momentos de esta triste vida
Airean mi espíritu y mi cuerpo
Mas no dan lugar a sentimientos
Mientras más necesito que me quieran
Que me den aunque sea sólo un beso
El silencio se vuelve mas espeso
La soledad me ahoga por momentos
El amor para mi es una quimera.
Quien necesita amor? Grito furiosa
Solo quiero amar desconocidos
Nos convertimos en pájaros heridos
Que destrozan sus cuerpos desvestidos
En esta realidad tan veleidosa.
Es una sensación tan tenebrosa
Falsa calma a la vez que curativa
Yo quiero renacer aun con heridas
Pero debo permanecer en esta fosa

martes, 23 de diciembre de 2008

SOY LA FIBROMIALGIA





Hola... Mi nombre es Fibromialgia y soy una enfermedad crónica invisible. Estoy ligada a ti para toda la vida. Los que están a tu alrededor no pueden verme ni oírme, pero tu cuerpo se resiente.
Puedo hacerte daño en cualquier momento y como quiera. Puedo hacerte daño y, si estoy de humor, puedo hacer que te duela todo el cuerpo. Recuerdas cuando tu y tu energía andabais parejas y os lo pasabais bien. Te he robado la energía y te he transmitido cansancio. ¡Prueba a pasarlo bien ahora! También te he robado tu descanso (sueño) y, en su lugar, te he dado un espíritu complicado.
Puedo hacerte temblar interiormente y puedo lograr que tengas frío o calor cuando los demás están bien. Ah, sí, también puedo lograr que te sientas ansioso o deprimido. Si tienes planes o ganas de tener un buen día, también puedo quitártelas. Tú no has pedido tenerme.
Yo te he escogido por diversas razones: El virus que cogiste y no te has quitado de encima, o aquel accidente de automóvil o quizás los años de abusos o de traumatismo. Bien, en cualquier caso, estoy aquí para quedarme. He sabido que has ido a ver al médico y que no puedes quitarme de encima. Me hago un hartón de reír.
Eso es sólo un intento. Deberás visitar muchos, muchos médicos antes que encuentres uno que pueda ayudarte de manera efectiva.
Te harán tomar pastillas para el dolor, pastillas para dormir, también te dirán que tienes ansiedad o que sufres depresiones, te aconsejarán que te hagas masajes, te dirán que si duermes y haces bien los deberes, me iré, te dirán que pienses positivamente, te harán un tacto con lo dedos, una presión sobre los puntos sensibles y lo peor de todo, no te tomarán en serio cuando digas al médico como tu vida se debilita cada día que pasa.
Tu familia, tus amigos y tus compañeros de trabajo te escucharán hasta que se aburran de oírte hablar de cómo te sientes y de que soy una enfermedad que debilita. Algunos te dirán cosas como "sólo tienes un mal día" o "recuerda que no puedes hacer lo mismo que hace veinte años", sin escuchar lo que habías explicado hace veinte días. Otros empezarán a hablar a tu espalda mientras tú, tranquilamente, empiezas a sentir que estás perdiendo tu dignidad intentando que entiendan, especialmente, que tu estas en medio de una conversación con una persona "normal" y no puedes recordar lo que querías decir.
Para acabar (hubiera querido guardar esta parte como un secreto) pero creo que ya lo has adivinado... El único lugar donde encontrarás un cierto soporte y comprensión para tratar conmigo, es con la gente que sufre fibromialgia. Exceptuando la minoría que tiene el soporte de su cónyuge y de su familia más cercana.
CEDIDO POR "MIABUELAPEPA" DE "LA COMUNIDAD"

LA AYUDA DE LAS ADMINISTRACIONES Y LA PROTECCION AL MENOR


Como es posible, que cuando una pareja tiene problemas e hijos (y hablo de problemas muy grandes) a las administraciones solo se les ocurre quitarles los hijos y darlos en adopción, no creo que esa sea la mejor manera de ayudar a nadie, crearle otro problema mayor, la impotencia de ver como les quitan a sus hijos, se supone que el estado esta para protegerse, para proteger a los menores, donde están los impuestos que pagamos que no revierten en nosotros cuando los necesitamos? cada comunidad tiene fondos para imprevistos, presupuestos grandes para casos de necesidad, pero no para asesores de nada, para festejos, cenas, regalos, comisiones, y tantos y tantos gastos superfluos, con ese dinero, ( que sale de todos los contribuyentes ) se podría ayudar a esas familias con tantas necesidades y no aprovecharse de ellas, para conseguir niños, que se darán en adopción a sus AMIGUETES, se debería tener centros de acogida para esos niños en espera de que sus padres estén en mejor situación laboral y económica, en cambio se les acorrala y se les amenaza con quitarles a sus hijos, con la situación que tenemos en el país con el trabajo, como para acosarlos diciéndoles que si no encuentran trabajo en un mes, les quitan a sus hijos y además no se los dejan ver, solo una hora al mes, eso no es lo que hacen con los emigrantes, a ellos se les da toda clase de ayuda, casa , colores para sus hijos , sanidad, etc, etc.
Es indignante, siento vergüenza ajena , cada vez que hay una catástrofe fuera de España, el gobierno corre raudo a ayudar ( que esta muy bien ) pero primero ayudar a los de casa, a los nuestros, a nuestros niños y sobre todo a sus padres para que nadie les tenga que amenazar con quitártelos si no tienen trabajo, el estado, las autonomías y los organismos oficiales deben procurar que estas situaciones no ocurrieran.

lunes, 22 de diciembre de 2008

NOCHE DE HOSANNA


Un hombre y una mujer llegan a Belén de Judá... Sus rostros lucen cansados, en sus ojos se puede ver el esfuerzo realizado por llegar. Son ellos María y José... Han venido desde Nazaret cumpliendo en humildad con un edicto que ha sido promulgado, y firmado por Augusto César, el emperador romano. El ha decidido los tributos aumentar, y los judíos viajan cansados -hasta su ciudad natal- para ser empadronados. María, que está embarazada, de momento es percatada que el Hijo de sus entrañas está pidiendo nacer, ¡Y aún no tienen posada! ¡No hay lugar en el mesón! Mas ella no siente temor -ella está confiada en su Señor y su Dios.- En ese Dios Onminpotente que le hizo sombra a su vientre y en ella un Hijo engendró, mediante su Espíritu Santo y no por obra de varón; ese Dios Todopoderoso en esta noche Suprema también hará provisión. Y prosiguen su camino en espera de ese albergue que los ha de cobijar. Sus pasos van silenciosos... sus mentes en oración, suplicándole a su Dios que El haga fuerte lo endeble. Y caminando sin rumbo... y cansados de caminar, pero con fe y esperanza ardiendo en su corazón, de pronto se han detenido ante un humilde pesebre... ¡Dios ha hecho provisión! Y en aquel humilde pesebre, comedero de ganado, oliente a naturaleza y pobremente alumbrado; en aquella noche fría... entre el ruido de animales y unos dolores de parto que le causan agonía... a las doce de la noche nace el Hijo de María. Nace el Hijo de María que nueve meses atrás fue anunciado por Gabriel... ¡Es su Hijo primogénito! ¡Es Hijo del Dios Altísimo! ¡El esperado Mesías y Salvador de Israel! Y María sonriente, olvidado ya el dolor, lo toma entre tus brazos y lo arrulla tiernamente con ternura y con amor... Los ángeles del cielo han inundado el pesebre de alabanzas y loor... ¡Es una noche de Hosanna, noche de Salvación! Lo que el ángel Gabriel a María no le dijo, es que perversos jinetes han salido tras su Hijo. Cabalgan en pos de El, y no hay nada en este mundo que los pueda detener. Cabalga un Getsemaní, cabalga un Calvario, cabalga una espada, un Judas y una Cruz; y en su cabalgar constante, en un futuro no distante alcanzarán a Jesús. Pero esta noche de Hosanna, en esta noche de Paz, el corazón de María no lo pueden perturbar ni plañideras, ni endechas, ni jinetes que cabalgan, ni espada o lamentación... ¡No! ¡Todo eso puede esperar! En el humilde pesebre el tiempo se ha detenido en un éxtasis profundo... María contempla a su Niño embelesada de amor. Ella lo envuelve en pañales, lo arrulla contra su pecho, y sus brazos maternales lo protegen de la Cruz... ¡Es su Hijo primogénito! ¡Es Hijo de Dios Altísimo! ¡Es el Salvador del mundo! Y su nombre, su nombre es Jesús...
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sábado, 20 de diciembre de 2008


Tú decides el tiempo en que estarás conmigo y medirás con genio la magia del minuto para darte en palabras todo el amor del mundo en el feliz transcurso de conversar contigo.
En tan breves minutos que serán nuestro yugo(porque somos esclavos de este fugaz momento)tu caricia lejana con dulce ofrecimiento me deja sensaciones de un cariñoso arrullo.
En la fugaz jornada con un amor inmenso muy quedo he preguntado: ¿Cuándo estaremos juntos?¿Podré vivir un día sin un mensaje tuyo? ¿Habrás podido entonces sentir lo que yo siento?
A l@s visitantes
del blog, besos

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Y VALE LA PENA VIVIR


Cuanto le debemos a la vida, a veces tan generosa, otras tan cruel, pero seguimos adelante a veces sin poder y otras empujados por el amor , la rabia y el sufrimiento, y cuando empieza el ocaso en tu vida, los pensamientos se agolpan, los confundes, los minimizas , los dimensionas.
Lloras de rabia, lloras de amor, lloras por lo que pudo ser y no fue, sigues pensando porque?
que hice mal o que hice bien, mereci todo lo que me toco vivir, estara bien repartido el mundo?
deseas la soledad, otras veces no puedes estar sin los que quieres, somos tan fraguiles a veces y tan duros otras, a veces soberbios, a veces miedosos, nos perdemos muchas cosas por no demostrar que necesitamos amor, comprension, compañia, y alguien que de vez en cuando nos digan, heeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!
que vales mucho nena y te quiero y vale la pena VIVIR.

domingo, 14 de diciembre de 2008


: Hermanos Grimm
El acertijo
Érase una vez el hijo de un rey, a quien entraron deseos de correr mundo, y se partió sin más compañía que la de un fiel criado. Llegó un día a un extenso bosque, y al anochecer, no encontrando ningún albergue, no sabía dónde pasar la noche. Vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita, y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Dirigióse a ella y le dijo:
- Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y al criado?
- De buen grado lo haría -respondió la muchacha con voz triste-; pero no os lo aconsejo. Mejor es que os busquéis otro alojamiento.
- ¿Por qué? -preguntó el príncipe.
- Mi madrastra tiene malas tretas y odia a los forasteros ­contestó la niña suspirando.
Bien se dio cuenta el príncipe de que aquella era la casa de una bruja; pero como no era posible seguir andando en la noche cerrada, y, por otra parte, no era miedoso, entró. La vieja, que estaba sentada en un sillón junto al fuego, miró a los viajeros con sus ojos rojizos:
- ¡Buenas noches! -dijo con voz gangosa, que quería ser amable-. Sentaos a descansar-. Y sopló los carbones, en los que se cocía algo en un puchero.
La hija advirtió a los dos hombres que no comiesen ni bebiesen nada, pues la vieja estaba confeccionando brebajes nocivos. Ellos durmieron apaciblemente hasta la madrugada, y cuando se dispusieron a reemprender la ruta, estando ya el príncipe montado en su caballo, dijo la vieja:
- Aguarda un momento, que tomarás un trago, como despedida.
Mientras entraba a buscar la bebida, el príncipe se alejó a toda prisa, y cuando volvió a salir la bruja con la bebida, sólo halló al criado, que se había entretenido arreglando la silla.
- ¡Lleva esto a tu señor! -le dijo. Pero en el mismo momento se rompió la vasija, y el veneno salpicó al caballo; tan virulento era, que el animal se desplomó muerto, como herido por un rayo. El criado echó a correr para dar cuenta a su amo de lo sucedido, pero, no queriendo perder la silla, volvió a buscarla. Al llegar junto al cadáver del caballo, encontró que un cuervo lo estaba devorando.
«¿Quién sabe si cazaré hoy algo mejor?», se dijo el criado; mató, pues, el cuervo y se lo metió en el zurrón.
Durante toda la jornada estuvieron errando por el bosque, sin encontrar la salida. Al anochecer dieron con una hospedería y entraron en ella. El criado dio el cuervo al posadero, a fin de que se lo guisara para cenar. Pero resultó que había ido a parar a una guarida de ladrones, y ya entrada la noche presentáronse doce bandidos, que concibieron el propósito de asesinar y robar a los forasteros. Sin embargo, antes de llevarlo a la práctica se sentaron a la mesa, junto con el posadero y la bruja, y se comieron una sopa hecha con la carne del cuervo. Pero apenas hubieron tomado un par de cucharadas, cayeron todos muertos, pues el cuervo estaba contaminado con el veneno del caballo.
Ya no quedó en la casa sino la hija del posadero, que era una buena muchacha, inocente por completo de los crímenes de aquellos hombres. Abrió a los forasteros todas las puertas y les mostró los tesoros acumulados. Pero el príncipe le dijo que podía quedarse con todo, pues él nada quería de aquello, y siguió su camino con su criado.
Después de vagar mucho tiempo sin rumbo fijo, llegaron a una ciudad donde residía una orgullosa princesa, hija del Rey, que había mandado pregonar su decisión de casarse con el hombre que fuera capaz de plantearle un acertijo que ella no supiera descifrar, con la condición de que, si lo adivinaba, el pretendiente sería decapitado. Tenía tres días de tiempo para resolverlo; pero eran tan inteligente, que siempre lo había resuelto antes de aquel plazo. Eran ya nueve los pretendientes que habían sucumbido de aquel modo, cuando llegó el príncipe y, deslumbrado por su belleza, quiso poner en juego su vida. Se presentó a la doncella y le planteó su enigma:
- ¿Qué es -le dijo- una cosa que no mató a ninguno y, sin embargo, mató a doce? En vano la princesa daba mil y mil vueltas a la cabeza, no acertaba a resolver el acertijo. Consultó su libro de enigmas, pero no encontró nada; había terminado sus recursos. No sabiendo ya qué hacer, mandó a su doncella que se introdujese de escondidas en el dormitorio del príncipe y se pusiera al acecho, pensando que tal vez hablaría en sueños y revelaría la respuesta del enigma. Pero el criado, que era muy listo, se metió en la cama en vez de su señor, y cuando se acercó la doncella, arrebatándole de un tirón el manto en que venía envuelta, la echó del aposento a palos. A la segunda noche, la princesa envió a su camarera a ver si tenía mejor suerte. Pero el criado le quitó también el manto y la echó a palos.
Creyó entonces el príncipe que la tercera noche estaría seguro, y se acostó en el lecho. Pero fue la propia princesa la que acudió, envuelta en una capa de color gris, y se sentó a su lado. Cuando creyó que dormía y soñaba, púsose a hablarle en voz queda, con la esperanza de que respondería en sueños, como muchos hacen. Pero él estaba despierto y lo oía todo perfectamente.
Preguntó ella:
- Uno mató a ninguno, ¿qué es esto?
Respondió él:
- Un cuervo que comió de un caballo envenenado y murió a su vez.
Siguió ella preguntando:
- Y mató, sin embargo, a doce, ¿qué es esto?
- Son doce bandidos, que se comieron el cuervo y murieron envenenados.
Sabiendo ya lo que quería, la princesa trató de escabullirse, pero el príncipe la sujetó por la capa, que ella hubo de abandonar. A la mañana, la hija del Rey anunció que había descifrado el enigma y, mandando venir a los doce jueces, dio la solución ante ellos. Pero el joven solicitó ser escuchado y dijo:
- Durante la noche, la princesa se deslizó hasta mi lecho y me lo preguntó; sin esto, nunca habría acertado.
Dijeron los jueces:
- Danos una prueba.
Entonces el criado entró con los tres mantos, y cuando los jueces vieron el gris que solía llevar la princesa, fallaron la sentencia siguiente:
- Que este manto se borde en oro y plata; será el de vuestra boda.
Fin

sábado, 13 de diciembre de 2008




La lluvia cae sin cesar sobre el parque desolado del inmenso castillo. Los pájaros asustados se esconden debajo de los cobertizos y los cisnes blancos del estanque se refugian en una cabaña que el rey mandó construir para protegerlos.
Laura, la princesa, aburrida mira el paisaje gris que se extiende de su castillo hacia el infinito. Nada la distrae de su cansancio y de su aburrimiento. Sola, abandonada de todos inventa juegos y amigos que no acuden para distraerle. Que largo y pesado es el día. No ocurre nada, no viene nadie para amenizarle las horas que se suceden unas detrás de otras.
Laura cansada de estos momentos vacíos llama a sus criadas una por una para que le sugieran alguna distracción. Más las buenas mozas, bostezando a cada instante, no tienen mejores ideas que su joven dueña. Enfurecida, Laura las despide, las castiga y les prohíbe hablar hasta que llegue la noche.
La princesita coge su espejo y mira su dulce rostro ensombrecido por el hastío. De repente, en el fondo del espejo, se enciendo una luz ambarina que destella como un diamante. La joven pasa sus dedos sobre la luz que repentinamente le quema.
Será, piensa Laura, una ficción creada por el brujo del palacio que hoy también se aburre. Más la luz empieza a tener formas, contornos... y se sale del marco del espejo, vagando por la habitación con gran estruendo. Al ruido caótico se une un fuerte perfume a fresa y frambuesas del bosque.
Laura, asustada, pide auxilio, pero ni los reyes, ni la servidumbre oyen sus gritos. La llama, presa de una risa insostenible, le pregunta lo que le ocurre, impresionándole aún más.
Laura llora y pide clemencia a esta “ cosa” que le provoca tanto terror. Por fin, la llama concluye con sus risas y voces y indica a la princesa que no piensa causarle ningún daño. Le explica que es el reflejo del propio aburrimiento. Hastiada en el fondo del espejo quería hacer algo divertido para cambiarse las ideas y de paso alegrar a la muchachita.
Todas las tensiones desaparecen y Laura decide convertirse en la amiga de la llama. Tranquila y serena, la princesita cuenta su mal estar por este día lluvioso sin sorpresa y sin fin. La llama le aconseja que coja un libro de cuentos y le lea algún párrafo con el fin de encontrar un remedio a esta situación.
Y Laura lee, lee, lee cuentos y cuentos a la llama hasta que caiga la noche. Sin darse cuenta, las horas van corriendo hasta el anochecer y Laura no vea el tiempo pasar. Cuando, muy tarde, la princesita se percata que no tiene la suficiente luz para seguir leyendo, advierte también que la llama del aburrimiento ha desaparecido y que está sola en su habitación.
Laura acaba de comprender el poder de la lectura. En unas pocas horas, ha dado la vuelta al mundo, ha conocido millones de amigos, ha descubierto valiosos tesoros. Gracias a los libros ha vencido al aburrimiento.


A.Botella.

jueves, 11 de diciembre de 2008

LA ARAÑA Y LA VIEJECITA



En una casita, en lo alto de una montaña, vivía hace tiempo una viejecita muy buena y cariñosa.
Tenía el pelo blanco y la piel de su cara era tan clara como los rayos del sol.
Estaba muy sola y un poco triste, porque nadie iba a visitarla.
Lo único que poseía era un viejo baúl y la compañía de una arañita muy trabajadora, que siempre le acompañaba cuando tejía y hacía labores.
La pequeña araña, conocía muy bien cuando la viejecita era feliz y cuando no.
Desde muy pequeña la observaba y había aprendido tanto de ella que pensó que sería buena idea intentar que bajara al pueblo para hablar con los demás. Así aprenderían todo lo que ella podía enseñarles.
Ella les enseñaría a ser valientes cuando estén solos, a ser fuertes para vencer los problemas de cada día y algo muy, muy importante a crear ilusiones, sueños, fantasías.
Las horas pasaban junto a la chimenea y las dos se entretenían bordando y haciendo punto.
La viejecita, apenas podías sostener las madejas y los hilos en sus brazos.
¡Qué cansada me siento!, ¡Me pesan mucho estas agujas!. Decía la ancianita.
La arañita, la mimaba y la sonreía.
Un día, la araña, pensó que ya había llegado el momento de poner en práctica su idea.
¿Sabes, lo que haremos?. ¡Iremos al mercado a vender nuestras labores!. ¡Así, ganaremos dinero y podremos ver a otras personas y hablar con ellas!.
La anciana no estaba muy convencida.
¡Hace mucho tiempo que no hablo con nadie!. Dijo: la anciana.
¿Crees que puede importarle a alguien lo que yo le diga?.
¡Claro que sí!. ¡Verás como nos divertimos!.
Se pusieron en marcha, bajaron despacito, como el que no quiere perder ni un minuto de la vida.
Iban admirando el paisaje, los árboles, las flores y los pequeños animalitos que veían por el camino.
Llegaron al mercado y extendieron sus bordados sobre una gran mesa.
Todo el mundo se paraba a mirarlos. ¡Eran tan bonitos!.
La gente les compró todo lo que llevaban. ¡Además hicieron buenos amigos!.
Enseguida, los demás, se dieron cuenta de la gran persona que era la viejecita y le pedían consejo sobre sus problemillas.
Al principio, le daba un poco de vergüenza que todo el mundo, la preguntara cosas. Pero poco a poco descubrió el gran valor que tienen las palabras y cómo muchas veces una palabra ayuda a superar las tristezas.
Palabras llenas de cariño como:
¡Animo, adelante, puedes conseguirlo!. ¡Confía en ti, cree en ti!.
Ella también aprendió ese día, que las cosas que sentimos en el corazón, debemos sacarlas fuera, quizá los otros puedan aprovecharlas para su vida.
La arañita le decía a la anciana: ¡Deja volar tus sentimientos, se alegre, espontánea, ofrece siempre lo mejor de ti!.
La viejecita y la araña partieron hacia su casita de la montaña.
Siguieron haciendo bordados y bordados.
Trabajaban mucho y cuando llegaba la noche la araña se iba a su rinconcito a dormir. La anciana se despedía de ella y le decía: ¡Gracias por ser mi amiga!.
¡Un amigo, es más valioso que joyas y riquezas, llora y ríe contigo y también sueña!.
Mientras sentía estos pensamientos, la viejecita se iba quedando dormida, sus ojos cansados se cerraron y la paz brilló en su cara.
La luna les acompañaba e iluminaba la pequeña casita y nunca, nunca estaban solas. Más allá, muy lejos, sus seres queridos velaban sus sueños.

martes, 9 de diciembre de 2008

PASARLO MAL


Pues si, lo pase mal, perdi este blog y no conseguia ni encontrarlo, ni cuando lo encontre podia editar, lo que hice fue uno nuevo y pasar las publicaciones de uno a otro y esta tarde con la ayuda de mi marido y un poco de paciencia lo recupero, ahora me quedo con los dos y publicare en los dos, estoy contenta y ademas recupero un blog que seguia a traves de este, de una escritora estupenda.
Asi que final feliz, ahora tengo todo anotado, de todos modos soy un poco despistada, intentare controlar mas.
FELICES FIESTAS

miércoles, 3 de diciembre de 2008


Autor : Desconocido.
El Angel de los Niños
Cuenta una leyenda que a un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando y que te cuidara.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y Sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y como entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras mas dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
-He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá mas aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de Mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando...
-¡¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás : MAMÁ .

lunes, 1 de diciembre de 2008

AMOR TANTRICO



Haz de tu habitación un templo del amor. Ilumina el ambiente con velas blancas y perfumadas, coloca flores frescas en jarrones y ten a mano aceites y bálsamos para los masajes. También, escoge una música suave que favorezca la relajación y prepara una bandeja con fruta y agua, para los momentos de "descanso". Antes de iniciar la sesión, baja el timbre del teléfono o directamente desconéctalo, y asegúrate de que nada vaya a interrumpirte.
Déjate llevar por el ritmo de la respiración. En el Tantra, las palabras sobran, el ritmo lo lleva la respiración. Siéntate frente a frente con tu pareja y comienza a respirar en forma pausada y sincronizada con él. Cuando tu exhalas, él inhalará; la idea es que él respire de tu aire y tú del suyo. Cierra los ojos y siente cómo el aire recorre todo tu cuerpo. De a poco, los pensamientos irán desapareciendo y entrarás en estado de meditación.
El momento de las caricias. Toma algún aceite y masajea a tu pareja con movimientos lentos y suaves. Primero, circulares y luego, de arriba hacia abajo, explorando todo el cuerpo. Haz que tus dedos busquen tu propio placer. Eso sí, absténganse de los pechos y los genitales. ¡Se reservan para lo último! Acaríciense durante quince minutos, luego hagan un descanso y vuelvan a la carga.
El beso del deseo. Recuéstense uno junto al otro, mírense a los ojos y bésense sin tocarse. Sigan el ritmo de la respiración.
Cada vez más próximos. Míralo fijamente y besa su piel. Recorre su cuerpo con tus besos y deja que él también lo haga. Recuéstate de espaldas y permítele que acaricie tus pechos. Déjate llevar por las sensaciones sin apresurarte. Recorre toda la longitud del pene y deja que él acaricie tu vulva con suavidad y dulzura.
Penetración tántrica. Descansen nuevamente, sigan respirando en forma pausada, y prepárense para una penetración completamente distinta a la conocida. Para la disciplina tántrica, el hombre no hace el amor a la mujer sino que son dos universos que se conectan y abren paso. El ritual tántrico toma a la penetración como un paso más del acercamiento de los cuerpos, no como una meta, por eso en la primera etapa la penetración debe ser estática. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose suavemente. Al cabo de un rato, comenzarás a notar cómo tu vagina se relaja por completo y comienza a moverse rítmicamente por sí misma. Por su parte, el pene también tiene su propia autonomía y se mueve, como absorbido por la vagina. Este paso dura por lo menos 30 minutos.
Posponiendo el orgasmo. Si la erección es muy fuerte y se acerca la eyaculación, vuelve a los ejercicios de respiración y a las caricias suaves. También, el hombre puede apretar con dos dedos la zona del perineo, que queda entre el escroto y el ano, para evitar la eyaculación. Después de dos o tres horas de caricias tántricas, tu cuerpo y el de tu pareja estarán sumidos en el punto más alto de excitación y sentirán que forman un solo cuerpo. Así, dejándose llevar por las sensaciones placenteras, podrán encarar finalmente el coito, siempre lenta y suavemente, hasta que se produzca el orgasmo y éste los llene de placer, de los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza.

sábado, 29 de noviembre de 2008

EL ABAD Y LOS TRES ENIGMAS



Esto era una vez un viejo monasterio, situado en el centro de un enorme y frondoso bosque, en el que vivían muchos frailes. Cada fraile tenía una misión diferente, así había un fraile portero, otro médico, otro cocinero, otro bibliotecario, otro pastor, otro jardinero, otro hortelano, otro maestro, otro boticario, es decir había un fraile para cada cosa y todos llevaban una vida monástica entregada al estudio y a la oración.

Como en todos los monasterios, el fraile que más mandaba era el abad.Se cuenta que había llegado a oídos del Señor Obispo de aquella región que el abad del monasterio era un poco tonto y no estaba a la altura de su cargo.Para comprobar las habladurías de la gente le hizo llamar y le dio un año de plazo para que resolviera los tres enigmas siguientes:1º) Si yo quisiera dar la vuelta al mundo ¿Cuánto tardaría?2º) Si yo quisiera venderme ¿Cuánto valdría?3º) ¿Qué cosa estoy yo pensando que no es verdad?

El abad regresó al monasterio y sentó en su despacho a pensar y pensar, y pensó tanto que por las orejas le salía humo. Se pasaba todo el día pensando, pero no se le ocurría nada, pensar sólo le daba un fuerte dolor de cabeza. Hasta entró en la biblioteca del monasterio por primera vez en su vida para buscar y rebuscar en los libros las soluciones y las respuestas que necesitaba. Pasaba el tiempo sin que el abad resolviera los enigmas que le había planteado el Señor Obispo. Cuando ya quedaban pocos días para que se cumpliera el año de plazo salió a pasear por el bosque y se sentó desesperado debajo de un árbol.

Un joven y humilde fraile pastor que estaba cuidando las ovejas del monasterio le oyó lamentarse y le preguntó qué le ocurría. El abad le contó la entrevista con el Señor Obispo y los tres enigmas que le había planteado para probar sus conocimientos. El frailecillo le dijo que no se preocupara más porque él sabría como contestar al Señor Obispo. Así que, el mismo día que se terminaba el año de plazo, se presentó el joven fraile ante el Señor Obispo disfrazado con el hábito del abad y la cabeza cubierta con la capucha para que el Obispo no pudiera reconocerlo.Después de recibirlo, el Señor Obispo quiso saber las respuestas a sus enigmas y volvió a plantear al falso abad la primera pregunta:- Si yo quisiera dar la vuelta al mundo ¿Cuánto tardaría?- Si Su Ilustrísima caminara tan deprisa como el sol -contestó rápidamente el frailecillo- sólo tardaría veinticuatro horas.

El Obispo después de pensarlo un rato quedó satisfecho con la respuesta, así que pasó a la segunda pregunta:- Si yo quisiera venderme ¿Cuánto valdría?El frailecillo respondió sin dudarlo:- Quince monedas de plata.Cuando el Obispo oyó esta respuesta preguntó:- ¿Por qué quince monedas?- Porque a Jesucristo lo vendieron por treinta monedas de plata y es lógico pensar que Su Ilustrísima valga sólo la mitad.Le iban convenciendo al Señor Obispo las respuestas de aquel abad y empezaba a pensar que no era tan tonto como le habían dicho.Entonces realizó la tercera y última pregunta:- ¿Qué cosa estoy yo pensando que no es verdad?- Su Ilustrísima piensa que yo soy el abad del monasterio cuando en realidad sólo soy el fraile que cuida de las ovejas.Entonces el Obispo, dándose cuenta de la inteligencia de aquel joven fraile, decidió que el frailecillo ocupara el cargo de abad y que el abad se encargara de las ovejas.Y colorín colorado este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez cierra los ojos y cuenta hasta tres

ES POSIBLE _______________________________________________________________________________
Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; y uno aprende que el amor no significa acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.
Borges.J.L.

viernes, 28 de noviembre de 2008

ADA




Miradla, tan lánguida y débil como una rosa, impregnada de esa tristeza que atraviesa su alma como un haz de luz. No se separa de la ventana, esperando la noche. Su anciana tía la mira fugazmente, porque no quiere que Ada se de cuenta de que la mira, porque si lo hace aún se pondrá más triste. Desde la cabaña de madera se ve tras el cristal como quien mira tras un vaso empañado. La lluvia tenue ha formado una espesa cortina de humedad que apenas permite visualizar el exterior, pero en cambio Ada, muy pacientemente, ha dibujado un círculo con su dedo que le acerca más al bosque. Tía Mondana, que teje mientras observa sobre sus lentes la figura de la muchacha, suspira y le dice: "Ya son las seis, Ada. Creo que ya puedes salir". Ada asiente con la cabeza, se yergue y se tapa con un chal de punto marrón. Fuera hace frío y la lluvia la calará. Tía Mondana se levanta de su silla antes de que la muchacha se marche. "Ada, ¿de verdad quieres salir esta noche? Vas a pasar frío. Ese chal no te va a calentar nada". Pero Ada mediosonríe sin decir palabra y se marcha. En el fondo, tía Mondana sabe que Ada es la propia Naturaleza y que ni el frío ni la lluvia evitarán sus perennes salidas nocturnas. La anciana recuerda todas las noches lo que hacía años había sucedido, y no puede remediar las lágrimas al rememorar el pasado.Aquello pasó hace muchos años, cuando Mondana no era más que una adolescente de quince años amante de libros de fantasía y de duendes. Su hermana Lillian, mayor que ella, siempre la censuró de fantasiosa y alocada, por lo que gracias a su lengua todo Vollisville la criticó de anómala y medio bruja, muy a su pesar. Mondana no tenía amigos, pero cada día visitaba el bosque armada de sus libros -algunos de grandes dimensiones- y a veces, acompañada de una muchacha de color que le ayudaba a su madre en las tareas domésticas. Juntas leían al borde de un lago, en las entrañas del bosque, y decían ver y oír cosas que nadie podía imaginar. Cuando un atardecer su hermana Lillian las sorprendió escapándose vestidas con atuendos marrones, como si de dos monjes se tratase, las siguió sigilosamente hasta parar en el bosque. Lillian permaneció en silencio durante largos minutos y presenció, asombrada, una escena dantesca. Mondana y Rose, la muchacha negra, bailaban como posesas alrededor de un libro enorme totalmente desnudas, riendo sin parar bajo la tenue lluvia que parecía haber sido invocada, de momento, por las danzantes muchachas. Lillian, avergonzada por aquella escena, salió de su escondite y con un ataque de furia, se abalanzó sobre su hermana y, agarrándola de sus largos cabellos, la zarandeó obligándola a vestirse."¿Estáis locas? ¡Os quemarán por esto! ¡Malditas niñas!". Mondana intentó escabullirse, como hizo su compañera, pero Lillian la arrastró hasta su casa amenazándola con contárselo a todo el mundo. "¡El libro! ¡ Tengo que cerrar el libro!". Pero Lillian la llevó a casa sin hacerle el menor caso, regañando su acto como una extrema grosería propia brujas. Rose ya había entrado en la casa hacía rato y ya se había encerrado en su habitación. "¡Estábamos bailando con los duendes del bosque. No estábamos haciendo nada malo...! ". La madre, que preparaba la cena y se vio rápidamente envuelta en aquel juego de manotazos y patadas, dejó sus quehaceres para separar a sus dos hijas. "¿Qué es lo que os pasa? ¿Os habéis vuelto locas?". Lillian soltó a su hermana, mojada hasta los huesos y se aproximó a su madre. "¡Acabo de ver a Mondana y a Rose haciendo prácticas de brujas!". La madre miró a Lillian con asombro. "¿Prácticas de brujas?". Lillian, azarada entre sus cabellos rubios y furiosa como un demonio, miró a su hermana con traición y se marchó a su habitación.- Madre, por Dios, te prometo que no hemos hecho nada malo. Sólo estábamos jugando con los duendes, pero tengo que ir a por el libro. Se ha quedado abierto en medio del bosque. ¡Es el libro de los duendes mágicos!- Mondana, te prohibo rotundamente volver a salir al bosque y a cualquier lugar sin mi permiso. Te portas como una niña y ya hemos tenido muchos problemas por tu culpa. ¿Quieres que nos quemen por brujas? ¡Sube a tu cuarto!.- ¡Pero madre, el libro...!- ¿No he hablado suficientemente claro?Y así fue cómo Mondana permaneció recluida en su propia casa durante mucho tiempo y cómo Rose, la niña negra, fue despedida de inmediato, amenazada con serios castigos si volvía por allí.Una mañana, Lillian se levantó muy débil. Se quejó aquella noche mucho, según Mondana, y el doctor Pritt no supo qué le pasaba. "Doctor, esta noche he tenido una terrible pesadilla. Un monstruo entraba en mi cuarto y se aproximaba lentamente a mi lecho mientras yo no podía gritar. Ha sido espantoso". Y el doctor lo atribuyó a su estado febril. No parecía importante. Pero las pesadillas siguieron produciéndose, cada noche, a la misma hora, cada vez más reales, y ya en todo el pueblo se oían sus gritos de angustia. "Está embrujada, como su hermana", se oía por todas partes, hasta que una mañana, Lillian se despertó con un dolor intenso en el bajo vientre. Su madre, muy asustada, volvió a llamar al doctor, quien, asombrado, y secándose el sudor de la frente, le informó que su hija estaba encinta. "¡No puede ser! ¡Está usted mintiendo!". Pero el vientre de Lillian crecía cada segundo, cada suspiro de angustia, y enloquecida supo que el monstruo de sus pesadillas le había engendrado un algo que no sabía qué era. Se acordó entonces del libro de Mondana, y atónitos todos, advirtieron que en solo un mes el vientre de Lillian había crecido tanto que en seguida se hubieron de poner manos a la obra. Sólo Mondana, recluida en su cuarto, sabía la verdad. El parto fue muy difícil y Lilliana murió, trayendo al mundo una criatura lo menos parecida a un ser humano, con pezuñas en vez de pies, con vello por todo el cuerpo y con dos orejas puntiagudas que a todos escandalizó. El doctor, armándose de un crucifijo, lo posó en su frente y santiguándose, salió atemorizado de la casa. La madre poco tardó en morir, puesto que ya amenazó muerte durante la gestación de su hija. Mondana, sabiendo que ella había sido la culpable de aquella irreparable desgracia, se armó de algunas ropas y envolvió a lo que era una hembra no humana con su túnica marrón. Escapó aquella misma noche, cuando el pueblo se disponía a quemar la casa por cobijar a dos brujas.Se adentró en el bosque, más asustada que nunca y buscó y buscó el libro, pero no pudo recordar nunca dónde lo dejó. Agotada, con la criatura en sus brazos, logró dar con una antigua cabaña de madera allá en las entrañas del bosque. Allí, escondió a la pequeña criatura durante años y años.Ahora, con sus párpados cansados de sueño y de vejez, Mondana oye sus pasitos, ya se acerca. Bueno, en realidad ha dejado de llover y en casa se está muy caliente. Parece que súbitamente se haya ido el invierno. Mondana espera acostada, como siempre, con un ojo abierto y otro cerrado. "Buenas noches, tía". Sienten sus viejos oídos que dice. "Al fin lo he encontrado, tía. Me han ayudado los duendes, porque estaba enterrado bajo miles de hojas. Lo he cerrado. ¡El libro, tía!¡Lo he cerrado!". Sus oídos no pueden creer lo que están oyendo, pero entonces un rayo de sol ilumina el rostro de Ada. "¡Dios mío, Ada, eres hermosa!¡La maldición de los súcubos del bosque se ha terminado!". Y por primera vez en su vida, Ada corre hacia la zafa de agua donde su rostro se refleja. Su rostro hermoso no parece ser el suyo, pero en cambio, sí lo es. En realidad, es su verdadero rostro. Sus pezuñas se han transformado en blancos y sedosos pies y su vello se ha convertido en halos de luz en todo su cuerpo. "Ada, ¿me perdonas ahora?". Y Ada la besa fuertemente en la cara y ríe, ¡ríe! porque acaba de nacer.

jueves, 27 de noviembre de 2008

EL AMOR Y LA LOCURA


EL AMOR Y LA LOCURA

En el principio de los tiempos, cuando no existía nada. Cuando ni siquiera el tiempo existía porque nadie había inventado nada para llevarle la cuenta. Cuando el hombre todavía no existía, en mitad del universo estaban reunidos los vicios y las virtudes que más tarde poblarían a los humanos en mayor o menor medida.
Y los vicios y las virtudes se pasaban todo el día discutiendo y peleando, sobre todo azuzados por la Ira y la Discordia. Y discutían sobre quien habitaría el cuerpo de los humanos, si los vicios o las virtudes. Y no se ponían de acuerdo porque unos decía que habría mas virtudes que vicios en los humanos y otros que al revés, que sería mayor el número de vicios que estarían en los humanos.
Y como nadie se ponía de acuerdo. La Locura, que estaba loca, tubo una idea que le pareció genial. Y dando brincos en mitad de la reunión dijo:
- Tengo una idea, tengo una idea para solucionar la discusión.
Todos se quedaron expectantes. Y la Locura dando carreras sin ton ni son y saltando por todos lados dijo:
- Es una idea genial que seguro que no falla. Sí, sí, sí, sí
En este punto la Intriga, que estaba realmente intrigada, pensó:
- "¿Cuál será la idea tan buena que ha tenido esta Locura? "
Y la Locura seguía dando botes y haciendo cabriolas y diciendo:
- ¡Lo tengo! ¡Lo tengo!.
Y la Intriga que estaba cada vez más intrigada, azuzada por la Curiosidad preguntó por fin:
- Oye, ¿Y cual es esa idea tan buena?.
La Locura dio un brinco y después otro y dijo:
- Muy fácil, muy fácil, muy fácil. ¡Se trata de un juego!.
Como la Locura seguía dando saltos y no parecía que fuese a decir nada más, la Intriga preguntó:
- ¿Y que juego es?
- Es muy sencillo, es un juego genial y muy divertido. - dijo la Locura - Es el juego del escondite.
Entonces la Intriga sí que se quedó intrigada. Y como ya no podía soportar tanta intriga dijo:
- ¿Y qué demonio de juegos es ese?.
- Muy fácil, muy fácil, muy fácil. - dijo la Locura dando vueltas alrededor de la Intriga - Uno de nosotros se pone a contar de uno a cien de cara a un tronco muy grande y con los ojos tapados. Y los demás salen corriendo a esconderse donde puedan. Luego el que cuenta sale a buscar a los demás. Si al último que encuentre es una virtud, serán las virtudes las que habiten al hombre en mayor número, si es un vicio serán los vicios los que habiten a los humanos.
Entonces alguien entre la multitud dijo:
-¿Y si encuentra una pareja de virtud y vicio?.
La Locura pensó un instante y dijo:
- Muy sencillo, se repartirán por igual.
La Inteligencia, que hasta entonces se había creído la más inteligente pensó:
- "Vaya ideota que se le ha ocurrido a esta Locura. ¿Por qué no se me habrá ocurrido a mí?."
Entonces la Intriga preguntó:
- ¿Y quien va a contar?.
Y la Ternura dijo:
- Anda, Locura, ya que se te ha ocurrido a ti tan buena idea, ¿qué mejor que seas tú quien cuente?.
- De acuerdo, de acuerdo, de acuerdo. - dijo la Locura.
Y se fue a un tronco a contar:
- Veintisiete, cuarenta y dos, catorce, sesenta...
Todas las virtudes y los vicios salieron corriendo a esconderse.
La Justicia cogió de la mano a la Verdad, porque la Verdad siempre acompaña a la Justicia, y se fueron hasta un río que pasaba por allí cerca. Era un río de aguas cristalinas y puras. Y la Justicia dijo:
- Nos esconderemos aquí, para que luego digan que la Justicia no es clara. -
Y la Justicia se escondió en el fondo del río junto con la Verdad.
La Ensoñación cogió a la Ternura de la mano y dando saltitos se fueron a esconder detrás de una nube rosa. Y allí comenzaron a pintar las nubes de tonos morados, rojos, rosas y azules. Y es por eso que en los atardeceres el cielo se llena de nubes de colores.
La Lujuría cogió de la mano a la Pasión y juntas escalaron una montaña para esconderse en ella. Pero una vez dentro la temperatura empezó a subir y las rocas a calentarse y a fundirse hasta que la Lujuría y la Pasión hicieron nacer un volcán en aquella montaña.
La Pereza no se movió de donde estaba. Con el sueño que tenía ella, se iba a molestar en esconderse. Vamos, y se echó a dormir detrás de un banco que había por allí cerca.
Y así se fueron escondiendo todos, todos menos dos.
- treinta y tres, cincuenta y ocho, siete...
La Envidia, envidiosa como siempre, quería saber donde se escondía todo el mundo y se quedó allí en medio.
- setenta y siete, ochenta y seis, cincuenta y uno...
El otro que no se escondía era el Amor. Porque el amor es indeciso y no sabía dónde esconderse.
La Locura estaba llegando al final de la cuenta:
- noventa y ocho...
El Amor y la Envidia no sabían dónde meterse. La envidia vio un pino y se subió en lo alto.
- noventa y nueve...
En el último momento el Amor se tiró a un rosal de rosas rojas donde nadie se había escondido porque estaba lleno de púas.
- y ¡cien!.
La Locura se dio la vuelta y empezó a buscar a sus compañeros.
- ¡Cruz por la Lealtad!.- La Lealtad, leal como era, no se había movido del lado de la Locura.
- ¡Cruz por la Esperanza!.- La Esperanza se había escondido cerca pensando que quizá no la encontrarían.
- ¡Cruz por la Ignorancia!.- La Ignorancia, despistada salió preguntando
- ¿A qué estamos jugando?
- ¡Cruz por la gula que está comiendo pasteles!.
- ¡Cruz por la Soberbia!.
La Soberbia salió muy encendida y dijo:
- Me había escondido muy bien, ¿A que me has encontrado de las últimas?, ¡Vamos, con lo bien que me escondo yo!
- ¡Cruz por la Humildad!.
La Humildad se acercó a la Locura y le dijo:
- La verdad es que me has encontrado un montón de bien.
- ¡Cruz por la Pereza!.
La Pereza seguía durmiendo plácidamente a pesar de todo el alboroto que la Locura estaba montando.
La Locura llegó hasta el río de aguas cristalinas, miró al fondo y vio a la Verdad y a la Justicia. Y gritó:
-¡La Justicia y la Verdad están allá abajo!.
La Justicia, que vio que la habían visto, revolvió el fondo para que las aguas se volvieran turbias y no pudieran verlas. Y le dijo a la Verdad:
- Tú quédate aquí que yo saldré por las dos y convenceré a la Locura de que no te ha visto.
Y la Verdad le hizo caso y allí se quedó, y la Justicia salió corriendo detrás de la Locura, y corría más y más hasta estar a punto de alcanzarla cuando de repente se tropezó con una piedra y se cayó. Con la caída se había lastimado una rodilla, pero aun así se levantó y siguió corriendo cojeando, pero cuando llegó la Locura ya había llegado.
Es por eso que la Justicia cojea, pero siempre llega. Y desde entonces a la Verdad no se le ve por ningún lado.
Entonces la Locura se fijó en que la montaña donde se habían ocultado la Pasión y la Lujuria ahora era un volcán.
-¡Qué raro! - se dijo la Locura. Y fue a investigar.
Así que la Locura subió por la ladera del volcán y se asomó al borde del cono. Y allá abajo, en una repisa de piedra Pasión y Lujuria estaban dando rienda suelta a todo lo que representaban. La Locura, avergonzada, dijo mirando para otro lado:
-¡Cruz por la Lujuria y la Pasión que están ahí abajo haciendo cosas feas! - y se fue corriendo dejando a la Lujuria y a la Pasión, quienes no se habían enterado de nada, con sus cosas.
Luego la Locura miró al horizonte y vio nubes de colores en forma de dragones, elefantes, princesas, duendes y castillos. Y pensó la Locura:
- "Esto parece cosa de la Ensoñación, y si la Ensoñación está por aquí la Ternura no tiene que andar lejos".
Y efectivamente, subió hasta las nubes y allí vio a la Ensoñación contándole cuentos a la Ternura y esta mientras tanto hacía nubes con las formas que le relataba la Ensoñación. Y la Locura, viéndolas tan atareadas no quiso molestarlas y escribió en una nube: "¡Cruz por la Ensoñación y la Ternura!." Y se fue.
La Locura ya había descubierto a todo el mundo menos a dos: la Envidia y el Amor (ya que a pesar de lo que decía la Justicia, ella tenía una cierta idea de por donde estaba la Verdad. Los locos están locos, pero no son nada tontos). Ya no sabía dónde buscar y miró al cielo para pedir ayuda. Y con esto vio a la Envidia que estaba en lo alto del pino.
- ¡Cruz por la Envidia!.
La Envidia, envidiosa de que no hubieran encontrado al Amor, se bajó del árbol y dijo:
- Pues el amor está escondido en esas zarzas.
La Locura dio vueltas a la zarza pero no vio al Amor, y es que el Amor es difícil de encontrar a veces.
- Pero busca bien, que está ahí.- dijo la Envidia.
La Locura intentó apartar las zarzas con las manos pero se pinchó
-¡Ay!
Y es que a veces el Amor hace daño sin querer.
- Pero busca bien, que seguro que está ahí. - azuzó la Envidia.
La Locura ya no sabía que hacer y cogió una horca de dos puntas y comenzó a pinchar las zarzas con ella. Finalmente se oyó un grito que dejó a todos helados:
-¡Ahhhhh!. -
El Amor salió de las zarzas con las cuencas de los ojos vacías bañadas en sangre en sangre. La Locura no sabía que hacer, todos le estaban mirando, y sintiéndose culpable por lo que había hecho le prometió al Amor que a partir de ese momento sería su lazarillo.
Y es por eso que dicen que el Amor es ciego y siempre va acompañado por la Locura.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

JUNTOS NOSOTROS - NERUDA


Qué pura eres de sol o de noche caída,qué triunfal desmedida tu órbita de blanco,y tu pecho de pan, alto de clima,tu corona de árboles negros, bienamada,y tu nariz de animal solitario, de oveja salvajeque huele a sombra y a precipitada fuga titánica.Ahora, qué armas espléndidas mis manos,digna su pala de hueso y su lirio de uñas,y el puesto de mi rostro, y el arriendo de mi almaestán situados en lo justo de la fuerza terrestre.Qué pura mi mirada de nocturna influencia,caída de ojos oscuros y feroz acicate,mi simétrica estatua de piernas gemelassube hacia estrellas húmedas cada mañana,y mi boca de exilio muerde la carne y la uva,mis brazos de varón, mi pecho tatuadoen que penetra el vello como ala de estaño,mi cara blanca hecha para la profundidad del sol,mi pelo hecho de ritos, de minerales negros,mi frente, penetrante como golpe o camino,mi piel de hijo maduro, destinado al arado,mis ojos de sal ávida, de matrimonio rápido,mi lengua amiga blanda del dique y del buque,mis dientes de horario blanco, de equidad sistemática,la piel que hace a mi frente un vacío de hielosy en mi espalda se torna, y vuela en mis párpados,y se repliega sobre mi más profundo estimulo,y crece hacia las rosas en mis dedos,en mi mentón de hueso y en mis pies de riqueza.Y tú como un mes de estrella, como un beso fijo,como estructura de ala, o comienzos de otoño,niña, mi partidaria, mi amorosa,la luz hace su lecho bajo tus grandes párpados,dorados como bueyes, y la paloma redondahace sus nidos blancos frecuentemente en ti.Hecha de ola en lingotes y tenazas blancas,tu salud de manzana furiosa se estira sin límite,el tonel temblador en que escucha tu estómago,tus manos hijas de la harina y del cielo.Qué parecida eres al más largo beso,su sacudida fija parece nutrirte,y su empuje de brasa, de bandera revuelta,va latiendo en tus dominios y subiendo temblando,y entonces tu cabeza se adelgaza en cabellos,y su forma guerrera, su círculo seco,se desploma de súbito en hilos linealescomo filos de espadas o herencias de humo.
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martes, 25 de noviembre de 2008

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER MALTRATADA Y DE LOS HOMBRES, QUE TAMBIEN LOS HAY


Escrito por: consmayoral el 25 Nov 2008 - URL Permanente
Porque se llega a maltratar a una persona, que se rompe en el corazon para llegar a semejante tropelia, porque, alguien que se supone que te quiere, te quita la dignidad, el amor propio, te hace sentirte culpable de sus defectos, de su poco sentido de la protecion al mas debil, de su falta de sentimientos, y tantas cosas para disculpar sus taras, porque hace falta ser tarado mental para creer que una persona es tu propiedad, que se tiene que someter para que siga soportando que le pegen, para que le destrozen la vida, para que le maten y le de las gracias por ello.Y lo que es lamentable, que muchas personas alrededor de estas victimas lo sepan y se callen, y lo que es lamentable es que muchos jueces se lo tomen como faltas, y lo que es lamentable es que se les ponga en la calle con medias condenas cumplidas porque se han portado bien en la carcel, donde por cierto no esta su mujer para que la siga maltratando, y que luego salen y matan, cosa que su mujer denunciaba que podra pasar si le soltaban,este dia no debia de existir si todos supieramos colocarnos en nuestro sitio.

MUJER MIA (Florian)
Desnuda, blanca, de nieve,de pan cálido, de mar, te quiero,mujer mía, en el costadosimiente de la noche.Ave, estela lunar,como de dios, como de ángel.Dánae de oro,mujer de arcilla tierna,(Limpia, blanca, crepuscular...)carne, saliva y sombra.Mujer, desnuda, blanca mía,reguero lunar de orosy de insomnios.(De algas, de espadas que se incendian.)Hembra nocturna, mujer hambrientade raíces,de los tigres más dulces.(Piernas, voces, comarcas...)Densos senosde materia translúcida,mujer de días y de abismos,donde pudiera invocar el secreto,el solo nombrecon que incendias el mundo.Real mujer que oculta la soñada,en su vaivén de tierra y luz,de vegetal y fuego, mujerde otra mujer más honda.Mía mujer, en el reversovacío de las horas.Con los párpados heridos por la sombra,(las raíces, los musgos, los lagartos...)

El Árbol del Ruiseñor.
Hubo una vez un lindo ruiseñor que hacía su nido en la copa de un gran roble. Todos los días el bosque despertaba con sus maravillosos trinos.
La vida volvía a nacer entre sus ramas. Las hojas crecían y crecían. También lo hacían los polluelos del pequeño pajarito.
Su nido estaba hecho de ramitas y hojas secas.
Algunas ardillas curiosas se acercaban para ver como los polluelos picoteaban el cascarón hasta dejar un hueco en el que poder estirar su cuello. Empujaban con fuerza y lograban salir hacia fuera.
Sus plumitas estaban húmedas. En unas cuantas horas se habrían secado y los nuevos polluelos se sorprenderían de lo que les rodeaba.
El árbol estaba orgulloso de ellos. Él también era envidiado por los demás árboles no sólo por tener al ruiseñor sino por la belleza de su tronco y sus hojas. Era grandioso verlo en primavera.
Al llegar el otoño, las hojitas de los árboles volaban hacia el suelo. Con gran tristeza caían, pero el viento las mimaba y las dejaba caer con suavidad. Al pasar el tiempo éstas serían el abono para las nuevas plantas.
Al ruiseñor le gustaba jugar entre sombra y sombra. Revoloteaba haciendo piruetas, buscando la luz y cuando un rayo de sol iluminaba sus plumas, unas lindas notas musicales acompañaban su alegría y la de sus polluelos.
Un día un hongo fue a vivir con él. Ya lo conocía de antes se llamaba Dedi, bueno, tenía un nombre muy raro, pero ellos le llamaban así.
El roble comenzó a sentirse enfermito, tenía muchos picores y su piel se arrugaba.
De vez en cuando le corría un cosquilleo por el tronco.
Estaba un poco descolorido, ni siquiera tenía ganas de que los ciempiés jugaran alrededor de sus raíces.
Él hongo estaba celoso del árbol y de su amistad con el ruiseñor.
Pensó que si le enfermaba, el ruiseñor le haría mas caso a él, envidioso de su amor no le importó hacerle sufrir.
Los demás animales convencieron al hongo para que abandonara al árbol. Así conseguiría, ser su amigo pero nunca por la fuerza.
A partir de aquel día siempre se juntaban para ver amanecer.
El hongo aprendió una gran lección, su poder y su fuerza debía utilizarlas, para algo bueno, para crear, no para destruir.

lunes, 24 de noviembre de 2008

LOS ANGELES


LOS ÁNGELES
Erase una vez...
bueno cuando Dios
creo el mundo
creo a Adán y a Eva
porque se sentía solo.
Y creó a unos seres
que llamó "Ángeles"
Luzbel era el más
hermoso de todos,
su nombre significa
Luz bella pero,
tuvo envidia de Adán,
entonces Dios le castigo
creando un lugar
" El infierno "
y le quito las alas
y le envió allí.
FIN

sábado, 22 de noviembre de 2008

A CORRER



Cuentan que cierto día, estaban en el bosque un caballo y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo fijo, solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus cabezas.
Padre e hijo disfrutaban mucho de estas carreras y el compartir sus conversaciones que tanto bien hacia a ambos, siempre tenían pláticas de lo más amenas y realmente existía una comunicación constante entre ellos.
Una mañana, salieron como era su costumbre a correr, estaban muy felices porque era un día espléndido, cuando de repente el pequeño caballo tropezó y cayó rodando, su padre se detuvo de inmediato volviendo sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño hijo.
Se acerco a él para averiguar si se encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a su padre: - Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de una pata.
- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has roto algo?- Padre, le dijo el caballito, creo que no me he roto nada, sin embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta sumamente difícil levantarse.
- Hijo, estás equivocado, algunos animales como nosotros caen, pero vuelven a levantarse y tu te levantarás, porque tu no tienes nada roto, tu voluntad hará que te levantes y vuelvas a caminar y a correr como siempre lo has hecho, no permitirás que tu mente te haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has caído no podrás levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo precisaré de tu ayuda, cuando caiga y necesite levantarme igualmente.
- Pero padre, ¿cómo podría yo ayudarte a levantar si soy tan pequeño?
- Hijo no se necesita fuerza física para dar esa clase de ayuda, solo se requiere un gran amor, esa es la clase de ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por nuestros seres más queridos, y yo te amo mucho y por esa razón te digo que te levantes, porque todavía tenemos muchos caminos que recorrer juntos.
Y nuestro pequeño caballito, se levantó, se sacudió el polvo, empezó a caminar junto a su amado padre y pronto empezaron a correr como era su costumbre.
CAERSE no es lo importante, lo importante es LEVANTARSE cuantas veces sea necesario.

viernes, 21 de noviembre de 2008


El Arcángel
Autor: Helios
LA ARCANGEL
El frío de la tarde provocaba que el paisaje de un bosque al norte de Inglaterra en Norfolk luciera desolado. Solo algunos pescadores sobre sus lanchas de motor se atrevían a desafiar al inclemente tiempo. El caer del agua de una cascada tan vieja como el mundo era lo única que se escuchaba en las cercanías. El liquido en precipitación cubría la entrada de una cueva, muy en el interior de ésta había un río subterráneo que saciaba la sed de sus moradores.
En este obscuro rincón se encontraban tres dragones quienes se miraban unos a otros sin decir nada. El más pequeño aburrido de la quietud y el silencio preguntó:
--¿Padre, porqué tenemos que escabullirnos cada vez que hay un humano cerca?
Al escuchar ésto, el macho miró fijamente a su compañera, la cual solo musitó:
--Creo que debes decirle...
--Está bien, es tiempo de que te contemos la historia sobre cómo nuestra estirpe fue reducida de emperadores a un simple cuento para niños.
El nerviosismo cundía entre las huestes de un numeroso ejército conformado básicamente por aldeanos de un pequeño pueblo de Norfolk, el grupo era comandado por cuatro caballeros vestidos con armaduras negras y montados sobre pegasos de la noche dispuestos a lanzarse con un frenesí salvaje en contra de un formidable oponente ubicado a doscientas yardas de estos.
Los adversarios imponentes por sí mismos relucían cubiertas que mellaban el acero, afilaban sus colmillos y garras y levantaban columnas de fuego, los que tenían alas iniciaban el vuelo. Eran de diferentes tamaños, los más grandes eran inmensos como una torre, los más pequeños eran del tamaño de un hombre. A pesar de ser menores en numero podían ser superiores en fuerza.
Al grito de Ramsey, el cabecilla de los hombres de hierro, los pueblerinos iniciaron una carrera hacia el mortal encuentro armados con lanzas, arcos, azadones, palos y piedras, arrojaban gritos desaforados e improperios en contra de sus oponente. Eran como un centenar de individuos de todas las edades convencidos de que su guerra era santa.
Los dragones a su vez contra-atacaron por aire y tierra. Su veloz andar hacia retumbar la tierra, preparaban sus gargantas para calcinar de un soplido a los guerreros ingleses. Al mando del grupo iba un viejo Dragón Celestial dispuesto a resguardar las últimas cuevas que servían como morada a algunos de estos seres míticos.
Los caballeros sobre los pegasos emprendieron su marcha al aire para contrarrestar la capacidad de los dragones alados, sin embargo, a escasos cien metros del suelo, uno de los hombres de acero fue alcanzado por una ardiente e inmensa llama que quemó su armadura y a su corcel, cayendo hacia su muerte. El escamoso animal no tuvo tiempo de saborear su éxito ya que de inmediato fue atravesado por una puntiaguda lanza propiedad de otro de los combatientes negros.
En tierra a pesar de que los dragones eran superados en numero de siete a uno tenían la ventaja del fuego aunque no eran tan rápidos como para evitar que las armas los tocaran por diversos flancos. Pronto, los cadáveres de ambas razas se esparcían a lo largo de la planicie en donde se desencadenaba esta decisiva batalla.
En el interior de la cueva varias hembras custodiaban un extraño monolito de hielo que mantenía congelado un esqueleto aparentemente humano sólo que estaba dotado con alas. La desesperación pululaba entre ellas ya que notaban que la balanza de la pelea se inclinaba en su contra por lo que se alistaban como la ultima línea de defensa ya que no existía otra salida para esta situación.
El conflicto se había extendido ya por varias horas y nadie parecía ceder. Las miradas de Ramsey y el anciano dragón se cruzaron mientras cada uno daba muerte al adversario en turno. En la mente de ambos cruzó la misma idea, pronto los dos líderes detuvieron a sus respectivas hordas para dar paso a una tregua.
--Son inútiles tantas muertes, sugiero que tu y yo combatamos por la posesión de la arcángel --aseveró el ser reptílico.
--Es bueno que seas inteligente, ya que tarde o temprano el Papa ordenará a otro grupo para que venga a aniquilarlos --respondió el caballero.
--Pero tu eres su mejor hombre, sin ti esta lucha continuaría eternamente.
--Acepto. El ganador se lleva todo.
Se hizo un compás de espera mientras los contendientes se preparaban. Uno de los aldeanos se acerco a Ramsey preguntándole que si todo esto había sido para recuperar ese cadáver divino. Le contestó que sí, ya que quien lo poseyera lograría imponer su fe en el mundo.
Del otro lado un dragón de mar le advertía a su líder que de perder ya no abría posibilidad de existir sobre la faz del planeta condenándose al olvido, o, en el mejor de los casos, a ocupar un lugar en la historia sobre seres extintos al lado de los dinosaurios.
Por la memoria del viejo Dragón Celestial vagó el recuerdo de cómo llegó a sus garras el monolito. Milenios atrás un grupo de dragones chinos hallaron el cadáver congelado en el Polo Norte dentro de un bloque de hielo. Tras varias deliberaciones entre eruditos y sabios dragónicos llegaron a la conclusión de que los restos encontrados pertenecían a una arcángel, quizá la única de su especie, aunque ninguno de los libros sagrados sobre deidades humanas o reptílicas mencionara que estos seres existieran.
Sobre cómo había llegado allí la pregunta era un misterio, algunos mencionaban que tal vez era un símbolo de fe, una prueba que facilitara a las creaturas mundanas establecer contacto con lo que había más allá de los cielos. Sin embargo, pronto, los mandarines trataron de apoderarse de esta presea iniciando una batalla por su control. Si de por sí la co-existencia entre ambas estirpes era precaria, la situación se agravó aún más. Fue entonces que los Yang optaron por enviar el monolito a occidente.
Pero la Iglesia en Europa no tardó en enterarse de que el cadáver de una arcángel moraba en las cuevas de los dragones ingleses, por lo que emprendieron una cruzada especial para recuperar lo que les pertenecía por derecho. Reclutaron decenas de cazadores de dragones por todo el continente para dar con el escondite, en unos años lograron su objetivo hasta llegar a ese crucial día.
Iniciaron las hostilidades al centro del campo cubierto de muerte y sangre. El Dragón Celestial se lanzó en un ataque frontal sin más esperanza que en la fuerza puesta en un zarpazo que destrozaría al caballero.
Ramsey intuyendo el golpe de su adversario lo esquivó arriesgando su cabeza y en el último instante asestó un golpe de muerte clavando su espada corta en el corazón del anciano obligándolo a retroceder.
Soltó una última bocanada al vacío para caer sin vida. Al contemplar esto el resto de los dragones sobrevivientes intentaron reanudar la batalla pero la voz del Dragón de Mar ordenó que se detuvieran, acto seguido pidió a las hembras que trajeran el cadáver. Con melancolía tuvieron que entregárselo a los caballeros.
--¡Ahora deberán huir ya que pronto el Sumo Pontífice ordenará a los cazadores que vengan por ustedes! --exclamó el líder de los humanos mientras los aldeanos coreaban su victoria.
Así fue como los dragones emprendieron la marcha, sabían que sus horas estaban contadas por lo que muchos optaron por separarse y esconderse en grupos limitados.
--¿Y qué pasó con el monolito? --preguntó el pequeño dragón.
--Fue enterrado bajo la Catedral de Notre Dame donde aún reposa --respondió la hembra.
--Hay quien dice que fue trasladado al Vaticano y que sólo el Papa en turno y un par de consejeros saben exactamente donde está --prosiguió el macho.
--¿Entonces nunca podremos volver a vivir bajo los cielos? --cuestionó tristemente el menor.
--Quizá, algún día en que nazca un elegido, un dragón capaz de dominar todos los elementos será el que recupere el Sol para nuestra raza, o bien cuando ambas estirpes olviden su codicia por imponer su fe.
FIN

jueves, 20 de noviembre de 2008

ABUELITA




Autor: Hans Christian Andersen

Abuelita es muy vieja, tiene muchas arrugas y el pelo completamente blanco, pero sus ojos brillan como estrellas, sólo que mucho más hermosos, pues su expresión es dulce, y da gusto mirarlos. También sabe cuentos maravillosos y tiene un vestido de flores grandes, grandes, de una seda tan tupida que cruje cuando anda.
Abuelita sabe muchas, muchísimas cosas, pues vivía ya mucho antes que papá y mamá, esto nadie lo duda. Tiene un libro de cánticos con recias cantoneras de plata; lo lee con gran frecuencia. En medio del libro hay una rosa, comprimida y seca, y, sin embargo, la mira con una sonrisa de arrobamiento, y le asoman lágrimas a los ojos.
¿Por qué abuelita mirará así la marchita rosa de su devocionario? ¿No lo sabes? Cada vez que las lágrimas de la abuelita caen sobre la flor, los colores cobran vida, la rosa se hincha y toda la sala se impregna de su aroma; se esfuman las paredes cual si fuesen pura niebla, y en derredor se levanta el bosque, espléndido y verde, con los rayos del sol filtrándose entre el follaje, y abuelita vuelve a ser joven, una bella muchacha de rubias trenzas y redondas mejillas coloradas, elegante y graciosa; no hay rosa más lozana, pero sus ojos, sus ojos dulces y cuajados de dicha, siguen siendo los ojos de abuelita.
Sentado junto a ella hay un hombre, joven, vigoroso, apuesto. Huele la rosa y ella sonríe - ¡pero ya no es la sonrisa de abuelita! - sí, y vuelve a sonreír. Ahora se ha marchado él, y por la mente de ella desfilan muchos pensamientos y muchas figuras; el hombre gallardo ya no está, la rosa yace en el libro de cánticos, y... abuelita vuelve a ser la anciana que contempla la rosa marchita guardada en el libro.
Ahora abuelita se ha muerto. Sentada en su silla de brazos, estaba contando una larga y maravillosa historia.
- Se ha terminado -dijo- y yo estoy muy cansada; dejadme echar un sueñecito.
Se recostó respirando suavemente, y quedó dormida; pero el silencio se volvía más y más profundo, y en su rostro se reflejaban la felicidad y la paz; habríase dicho que lo bañaba el sol... y entonces dijeron que estaba muerta.
La pusieron en el negro ataúd, envuelta en lienzos blancos. ¡Estaba tan hermosa, a pesar de tener cerrados los ojos! Pero todas las arrugas habían desaparecido, y en su boca se dibujaba una sonrisa. El cabello era blanco como plata y venerable, y no daba miedo mirar a la muerta. Era siempre la abuelita, tan buena y tan querida. Colocaron el libro de cánticos bajo su cabeza, pues ella lo había pedido así, con la rosa entre las páginas. Y así enterraron a abuelita.
En la sepultura, junto a la pared del cementerio, plantaron un rosal que floreció espléndidamente, y los ruiseñores acudían a cantar allí, y desde la iglesia el órgano desgranaba las bellas canciones que estaban escritas en el libro colocado bajo la cabeza de la difunta.
La luna enviaba sus rayos a la tumba, pero la muerta no estaba allí; los niños podían ir por la noche sin temor a coger una rosa de la tapia del cementerio. Los muertos saben mucho más de cuanto sabemos todos los vivos; saben el miedo, el miedo horrible que nos causarían si volviesen. Pero son mejores que todos nosotros, y por eso no vuelven.
Hay tierra sobre el féretro, y tierra dentro de él. El libro de cánticos, con todas sus hojas, es polvo, y la rosa, con todos sus recuerdos, se ha convertido en polvo también. Pero encima siguen floreciendo nuevas rosas y cantando los ruiseñores, y enviando el órgano sus melodías. Y uno piensa muy a menudo en la abuelita, y la ve con sus ojos dulces, eternamente jóvenes. Los ojos no mueren nunca.
Los nuestros verán a abuelita, joven y hermosa como antaño, cuando besó por vez primera la rosa, roja y lozana, que yace ahora en la tumba convertida en polvo.
FIN.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

EL AVE FENIX



Autor: Hans Christian Andersen
El Ave Fénix
En el jardín del Paraíso, bajo el árbol de la sabiduría, crecía un rosal. En su primera rosa nació un pájaro; su vuelo era como un rayo de luz, magníficos sus colores, arrobador su canto.
Pero cuando Eva cogió el fruto de la ciencia del bien y del mal, y cuando ella y Adán fueron arrojados del Paraíso, de la flamígera espada del ángel cayó una chispa en el nido del pájaro y le prendió fuego. El animalito murió abrasado, pero del rojo huevo salió volando otra ave, única y siempre la misma: el Ave Fénix. Cuenta la leyenda que anida en Arabia, y que cada cien años se da la muerte abrasándose en su propio nido; y que del rojo huevo sale una nueva ave Fénix, la única en el mundo.
El pájaro vuela en torno a nosotros, rauda como la luz, espléndida de colores, magnífica en su canto. Cuando la madre está sentada junto a la cuna del hijo, el ave se acerca a la almohada y, desplegando las alas, traza una aureola alrededor de la cabeza del niño. Vuela por el sobrio y humilde aposento, y hay resplandor de sol en él, y sobre la pobre cómoda exhalan, su perfume unas violetas.
Pero el Ave Fénix no es sólo el ave de Arabia; aletea también a los resplandores de la aurora boreal sobre las heladas llanuras de Laponia, y salta entre las flores amarillas durante el breve verano de Groenlandia. Bajo las rocas cupríferas de Falun, en las minas de carbón de Inglaterra, vuela como polilla espolvoreada sobre el devocionario en las manos del piadoso trabajador. En la hoja de loto se desliza por las aguas sagradas del Ganges, y los ojos de la doncella hindú se iluminan al verla.
¡Ave Fénix! ¿No la conoces? ¿El ave del Paraíso, el cisne santo de la canción? Iba en el carro de Thespis en forma de cuervo parlanchín, agitando las alas pintadas de negro; el arpa del cantor de Islandia era pulsada por el rojo pico sonoro del cisne; posada sobre el hombro de Shakespeare, adoptaba la figura del cuervo de Odin y le susurraba al oído: ¡Inmortalidad! Cuando la fiesta de los cantores, revoloteaba en la sala del concurso de la Wartburg.
¡Ave Fénix! ¿No la conoces? Te cantó la Marsellesa, y tú besaste la pluma que se desprendió de su ala; vino en todo el esplendor paradisíaco, y tú le volviste tal vez la espalda para contemplar el gorrión que tenía espuma dorada en las alas.
¡El Ave del Paraíso! Rejuvenecida cada siglo, nacida entre las llamas, entre las llamas muertas; tu imagen, enmarcada en oro, cuelga en las salas de los ricos; tú misma vuelas con frecuencia a la ventura, solitaria, hecha sólo leyenda: el Ave Fénix de Arabia.
En el jardín del Paraíso, cuando naciste en el seno de la primera rosa bajo el árbol de la sabiduría, Dios te besó y te dio tu nombre verdadero: ¡poesía!.
Fin.

martes, 18 de noviembre de 2008

CUANDO SE PIERDE UN BLOG


Que se puede hacer cuando se pierde un blog?
Yo he perdido uno y me da una rabia,
no se que hacer para encontrarlo, este
es nuevo, he guardado en la agenda la contraseña.
me lo hizo un amigo, pero le cambie la contraseña
y a partir de hay , los problemas para encontrarlo.
Lo siento, porque me gustaba mucho, lo tengo guardado
no se si viendo la grabacion, lo podría encontrar,
lo intentare, así que este es nuevo, ya veremos
lo que dura.