domingo, 28 de diciembre de 2008

NO SE NI LO QUE SOY NI LO QUE QUIERO



Tengo el alma en una cumbre borrascosa
No se ni lo que soy ni lo que quiero
Solo que a estas horas aun espero
Que alguien redima esta soledad
Que pesa para mí como una losa
Amores pasajeros hay a cientos
Van y vienen, se pasan y se olvidan
Llenan momentos de esta triste vida
Airean mi espíritu y mi cuerpo
Mas no dan lugar a sentimientos
Mientras más necesito que me quieran
Que me den aunque sea sólo un beso
El silencio se vuelve mas espeso
La soledad me ahoga por momentos
El amor para mi es una quimera.
Quien necesita amor? Grito furiosa
Solo quiero amar desconocidos
Nos convertimos en pájaros heridos
Que destrozan sus cuerpos desvestidos
En esta realidad tan veleidosa.
Es una sensación tan tenebrosa
Falsa calma a la vez que curativa
Yo quiero renacer aun con heridas
Pero debo permanecer en esta fosa

martes, 23 de diciembre de 2008

SOY LA FIBROMIALGIA





Hola... Mi nombre es Fibromialgia y soy una enfermedad crónica invisible. Estoy ligada a ti para toda la vida. Los que están a tu alrededor no pueden verme ni oírme, pero tu cuerpo se resiente.
Puedo hacerte daño en cualquier momento y como quiera. Puedo hacerte daño y, si estoy de humor, puedo hacer que te duela todo el cuerpo. Recuerdas cuando tu y tu energía andabais parejas y os lo pasabais bien. Te he robado la energía y te he transmitido cansancio. ¡Prueba a pasarlo bien ahora! También te he robado tu descanso (sueño) y, en su lugar, te he dado un espíritu complicado.
Puedo hacerte temblar interiormente y puedo lograr que tengas frío o calor cuando los demás están bien. Ah, sí, también puedo lograr que te sientas ansioso o deprimido. Si tienes planes o ganas de tener un buen día, también puedo quitártelas. Tú no has pedido tenerme.
Yo te he escogido por diversas razones: El virus que cogiste y no te has quitado de encima, o aquel accidente de automóvil o quizás los años de abusos o de traumatismo. Bien, en cualquier caso, estoy aquí para quedarme. He sabido que has ido a ver al médico y que no puedes quitarme de encima. Me hago un hartón de reír.
Eso es sólo un intento. Deberás visitar muchos, muchos médicos antes que encuentres uno que pueda ayudarte de manera efectiva.
Te harán tomar pastillas para el dolor, pastillas para dormir, también te dirán que tienes ansiedad o que sufres depresiones, te aconsejarán que te hagas masajes, te dirán que si duermes y haces bien los deberes, me iré, te dirán que pienses positivamente, te harán un tacto con lo dedos, una presión sobre los puntos sensibles y lo peor de todo, no te tomarán en serio cuando digas al médico como tu vida se debilita cada día que pasa.
Tu familia, tus amigos y tus compañeros de trabajo te escucharán hasta que se aburran de oírte hablar de cómo te sientes y de que soy una enfermedad que debilita. Algunos te dirán cosas como "sólo tienes un mal día" o "recuerda que no puedes hacer lo mismo que hace veinte años", sin escuchar lo que habías explicado hace veinte días. Otros empezarán a hablar a tu espalda mientras tú, tranquilamente, empiezas a sentir que estás perdiendo tu dignidad intentando que entiendan, especialmente, que tu estas en medio de una conversación con una persona "normal" y no puedes recordar lo que querías decir.
Para acabar (hubiera querido guardar esta parte como un secreto) pero creo que ya lo has adivinado... El único lugar donde encontrarás un cierto soporte y comprensión para tratar conmigo, es con la gente que sufre fibromialgia. Exceptuando la minoría que tiene el soporte de su cónyuge y de su familia más cercana.
CEDIDO POR "MIABUELAPEPA" DE "LA COMUNIDAD"

LA AYUDA DE LAS ADMINISTRACIONES Y LA PROTECCION AL MENOR


Como es posible, que cuando una pareja tiene problemas e hijos (y hablo de problemas muy grandes) a las administraciones solo se les ocurre quitarles los hijos y darlos en adopción, no creo que esa sea la mejor manera de ayudar a nadie, crearle otro problema mayor, la impotencia de ver como les quitan a sus hijos, se supone que el estado esta para protegerse, para proteger a los menores, donde están los impuestos que pagamos que no revierten en nosotros cuando los necesitamos? cada comunidad tiene fondos para imprevistos, presupuestos grandes para casos de necesidad, pero no para asesores de nada, para festejos, cenas, regalos, comisiones, y tantos y tantos gastos superfluos, con ese dinero, ( que sale de todos los contribuyentes ) se podría ayudar a esas familias con tantas necesidades y no aprovecharse de ellas, para conseguir niños, que se darán en adopción a sus AMIGUETES, se debería tener centros de acogida para esos niños en espera de que sus padres estén en mejor situación laboral y económica, en cambio se les acorrala y se les amenaza con quitarles a sus hijos, con la situación que tenemos en el país con el trabajo, como para acosarlos diciéndoles que si no encuentran trabajo en un mes, les quitan a sus hijos y además no se los dejan ver, solo una hora al mes, eso no es lo que hacen con los emigrantes, a ellos se les da toda clase de ayuda, casa , colores para sus hijos , sanidad, etc, etc.
Es indignante, siento vergüenza ajena , cada vez que hay una catástrofe fuera de España, el gobierno corre raudo a ayudar ( que esta muy bien ) pero primero ayudar a los de casa, a los nuestros, a nuestros niños y sobre todo a sus padres para que nadie les tenga que amenazar con quitártelos si no tienen trabajo, el estado, las autonomías y los organismos oficiales deben procurar que estas situaciones no ocurrieran.

lunes, 22 de diciembre de 2008

NOCHE DE HOSANNA


Un hombre y una mujer llegan a Belén de Judá... Sus rostros lucen cansados, en sus ojos se puede ver el esfuerzo realizado por llegar. Son ellos María y José... Han venido desde Nazaret cumpliendo en humildad con un edicto que ha sido promulgado, y firmado por Augusto César, el emperador romano. El ha decidido los tributos aumentar, y los judíos viajan cansados -hasta su ciudad natal- para ser empadronados. María, que está embarazada, de momento es percatada que el Hijo de sus entrañas está pidiendo nacer, ¡Y aún no tienen posada! ¡No hay lugar en el mesón! Mas ella no siente temor -ella está confiada en su Señor y su Dios.- En ese Dios Onminpotente que le hizo sombra a su vientre y en ella un Hijo engendró, mediante su Espíritu Santo y no por obra de varón; ese Dios Todopoderoso en esta noche Suprema también hará provisión. Y prosiguen su camino en espera de ese albergue que los ha de cobijar. Sus pasos van silenciosos... sus mentes en oración, suplicándole a su Dios que El haga fuerte lo endeble. Y caminando sin rumbo... y cansados de caminar, pero con fe y esperanza ardiendo en su corazón, de pronto se han detenido ante un humilde pesebre... ¡Dios ha hecho provisión! Y en aquel humilde pesebre, comedero de ganado, oliente a naturaleza y pobremente alumbrado; en aquella noche fría... entre el ruido de animales y unos dolores de parto que le causan agonía... a las doce de la noche nace el Hijo de María. Nace el Hijo de María que nueve meses atrás fue anunciado por Gabriel... ¡Es su Hijo primogénito! ¡Es Hijo del Dios Altísimo! ¡El esperado Mesías y Salvador de Israel! Y María sonriente, olvidado ya el dolor, lo toma entre tus brazos y lo arrulla tiernamente con ternura y con amor... Los ángeles del cielo han inundado el pesebre de alabanzas y loor... ¡Es una noche de Hosanna, noche de Salvación! Lo que el ángel Gabriel a María no le dijo, es que perversos jinetes han salido tras su Hijo. Cabalgan en pos de El, y no hay nada en este mundo que los pueda detener. Cabalga un Getsemaní, cabalga un Calvario, cabalga una espada, un Judas y una Cruz; y en su cabalgar constante, en un futuro no distante alcanzarán a Jesús. Pero esta noche de Hosanna, en esta noche de Paz, el corazón de María no lo pueden perturbar ni plañideras, ni endechas, ni jinetes que cabalgan, ni espada o lamentación... ¡No! ¡Todo eso puede esperar! En el humilde pesebre el tiempo se ha detenido en un éxtasis profundo... María contempla a su Niño embelesada de amor. Ella lo envuelve en pañales, lo arrulla contra su pecho, y sus brazos maternales lo protegen de la Cruz... ¡Es su Hijo primogénito! ¡Es Hijo de Dios Altísimo! ¡Es el Salvador del mundo! Y su nombre, su nombre es Jesús...
//

sábado, 20 de diciembre de 2008


Tú decides el tiempo en que estarás conmigo y medirás con genio la magia del minuto para darte en palabras todo el amor del mundo en el feliz transcurso de conversar contigo.
En tan breves minutos que serán nuestro yugo(porque somos esclavos de este fugaz momento)tu caricia lejana con dulce ofrecimiento me deja sensaciones de un cariñoso arrullo.
En la fugaz jornada con un amor inmenso muy quedo he preguntado: ¿Cuándo estaremos juntos?¿Podré vivir un día sin un mensaje tuyo? ¿Habrás podido entonces sentir lo que yo siento?
A l@s visitantes
del blog, besos

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Y VALE LA PENA VIVIR


Cuanto le debemos a la vida, a veces tan generosa, otras tan cruel, pero seguimos adelante a veces sin poder y otras empujados por el amor , la rabia y el sufrimiento, y cuando empieza el ocaso en tu vida, los pensamientos se agolpan, los confundes, los minimizas , los dimensionas.
Lloras de rabia, lloras de amor, lloras por lo que pudo ser y no fue, sigues pensando porque?
que hice mal o que hice bien, mereci todo lo que me toco vivir, estara bien repartido el mundo?
deseas la soledad, otras veces no puedes estar sin los que quieres, somos tan fraguiles a veces y tan duros otras, a veces soberbios, a veces miedosos, nos perdemos muchas cosas por no demostrar que necesitamos amor, comprension, compañia, y alguien que de vez en cuando nos digan, heeeeeeeeeee!!!!!!!!!!!!!!
que vales mucho nena y te quiero y vale la pena VIVIR.

domingo, 14 de diciembre de 2008


: Hermanos Grimm
El acertijo
Érase una vez el hijo de un rey, a quien entraron deseos de correr mundo, y se partió sin más compañía que la de un fiel criado. Llegó un día a un extenso bosque, y al anochecer, no encontrando ningún albergue, no sabía dónde pasar la noche. Vio entonces a una muchacha que se dirigía a una casita, y, al acercarse, se dio cuenta de que era joven y hermosa. Dirigióse a ella y le dijo:
- Mi buena niña, ¿no nos acogerías por una noche en la casita, a mí y al criado?
- De buen grado lo haría -respondió la muchacha con voz triste-; pero no os lo aconsejo. Mejor es que os busquéis otro alojamiento.
- ¿Por qué? -preguntó el príncipe.
- Mi madrastra tiene malas tretas y odia a los forasteros ­contestó la niña suspirando.
Bien se dio cuenta el príncipe de que aquella era la casa de una bruja; pero como no era posible seguir andando en la noche cerrada, y, por otra parte, no era miedoso, entró. La vieja, que estaba sentada en un sillón junto al fuego, miró a los viajeros con sus ojos rojizos:
- ¡Buenas noches! -dijo con voz gangosa, que quería ser amable-. Sentaos a descansar-. Y sopló los carbones, en los que se cocía algo en un puchero.
La hija advirtió a los dos hombres que no comiesen ni bebiesen nada, pues la vieja estaba confeccionando brebajes nocivos. Ellos durmieron apaciblemente hasta la madrugada, y cuando se dispusieron a reemprender la ruta, estando ya el príncipe montado en su caballo, dijo la vieja:
- Aguarda un momento, que tomarás un trago, como despedida.
Mientras entraba a buscar la bebida, el príncipe se alejó a toda prisa, y cuando volvió a salir la bruja con la bebida, sólo halló al criado, que se había entretenido arreglando la silla.
- ¡Lleva esto a tu señor! -le dijo. Pero en el mismo momento se rompió la vasija, y el veneno salpicó al caballo; tan virulento era, que el animal se desplomó muerto, como herido por un rayo. El criado echó a correr para dar cuenta a su amo de lo sucedido, pero, no queriendo perder la silla, volvió a buscarla. Al llegar junto al cadáver del caballo, encontró que un cuervo lo estaba devorando.
«¿Quién sabe si cazaré hoy algo mejor?», se dijo el criado; mató, pues, el cuervo y se lo metió en el zurrón.
Durante toda la jornada estuvieron errando por el bosque, sin encontrar la salida. Al anochecer dieron con una hospedería y entraron en ella. El criado dio el cuervo al posadero, a fin de que se lo guisara para cenar. Pero resultó que había ido a parar a una guarida de ladrones, y ya entrada la noche presentáronse doce bandidos, que concibieron el propósito de asesinar y robar a los forasteros. Sin embargo, antes de llevarlo a la práctica se sentaron a la mesa, junto con el posadero y la bruja, y se comieron una sopa hecha con la carne del cuervo. Pero apenas hubieron tomado un par de cucharadas, cayeron todos muertos, pues el cuervo estaba contaminado con el veneno del caballo.
Ya no quedó en la casa sino la hija del posadero, que era una buena muchacha, inocente por completo de los crímenes de aquellos hombres. Abrió a los forasteros todas las puertas y les mostró los tesoros acumulados. Pero el príncipe le dijo que podía quedarse con todo, pues él nada quería de aquello, y siguió su camino con su criado.
Después de vagar mucho tiempo sin rumbo fijo, llegaron a una ciudad donde residía una orgullosa princesa, hija del Rey, que había mandado pregonar su decisión de casarse con el hombre que fuera capaz de plantearle un acertijo que ella no supiera descifrar, con la condición de que, si lo adivinaba, el pretendiente sería decapitado. Tenía tres días de tiempo para resolverlo; pero eran tan inteligente, que siempre lo había resuelto antes de aquel plazo. Eran ya nueve los pretendientes que habían sucumbido de aquel modo, cuando llegó el príncipe y, deslumbrado por su belleza, quiso poner en juego su vida. Se presentó a la doncella y le planteó su enigma:
- ¿Qué es -le dijo- una cosa que no mató a ninguno y, sin embargo, mató a doce? En vano la princesa daba mil y mil vueltas a la cabeza, no acertaba a resolver el acertijo. Consultó su libro de enigmas, pero no encontró nada; había terminado sus recursos. No sabiendo ya qué hacer, mandó a su doncella que se introdujese de escondidas en el dormitorio del príncipe y se pusiera al acecho, pensando que tal vez hablaría en sueños y revelaría la respuesta del enigma. Pero el criado, que era muy listo, se metió en la cama en vez de su señor, y cuando se acercó la doncella, arrebatándole de un tirón el manto en que venía envuelta, la echó del aposento a palos. A la segunda noche, la princesa envió a su camarera a ver si tenía mejor suerte. Pero el criado le quitó también el manto y la echó a palos.
Creyó entonces el príncipe que la tercera noche estaría seguro, y se acostó en el lecho. Pero fue la propia princesa la que acudió, envuelta en una capa de color gris, y se sentó a su lado. Cuando creyó que dormía y soñaba, púsose a hablarle en voz queda, con la esperanza de que respondería en sueños, como muchos hacen. Pero él estaba despierto y lo oía todo perfectamente.
Preguntó ella:
- Uno mató a ninguno, ¿qué es esto?
Respondió él:
- Un cuervo que comió de un caballo envenenado y murió a su vez.
Siguió ella preguntando:
- Y mató, sin embargo, a doce, ¿qué es esto?
- Son doce bandidos, que se comieron el cuervo y murieron envenenados.
Sabiendo ya lo que quería, la princesa trató de escabullirse, pero el príncipe la sujetó por la capa, que ella hubo de abandonar. A la mañana, la hija del Rey anunció que había descifrado el enigma y, mandando venir a los doce jueces, dio la solución ante ellos. Pero el joven solicitó ser escuchado y dijo:
- Durante la noche, la princesa se deslizó hasta mi lecho y me lo preguntó; sin esto, nunca habría acertado.
Dijeron los jueces:
- Danos una prueba.
Entonces el criado entró con los tres mantos, y cuando los jueces vieron el gris que solía llevar la princesa, fallaron la sentencia siguiente:
- Que este manto se borde en oro y plata; será el de vuestra boda.
Fin

sábado, 13 de diciembre de 2008




La lluvia cae sin cesar sobre el parque desolado del inmenso castillo. Los pájaros asustados se esconden debajo de los cobertizos y los cisnes blancos del estanque se refugian en una cabaña que el rey mandó construir para protegerlos.
Laura, la princesa, aburrida mira el paisaje gris que se extiende de su castillo hacia el infinito. Nada la distrae de su cansancio y de su aburrimiento. Sola, abandonada de todos inventa juegos y amigos que no acuden para distraerle. Que largo y pesado es el día. No ocurre nada, no viene nadie para amenizarle las horas que se suceden unas detrás de otras.
Laura cansada de estos momentos vacíos llama a sus criadas una por una para que le sugieran alguna distracción. Más las buenas mozas, bostezando a cada instante, no tienen mejores ideas que su joven dueña. Enfurecida, Laura las despide, las castiga y les prohíbe hablar hasta que llegue la noche.
La princesita coge su espejo y mira su dulce rostro ensombrecido por el hastío. De repente, en el fondo del espejo, se enciendo una luz ambarina que destella como un diamante. La joven pasa sus dedos sobre la luz que repentinamente le quema.
Será, piensa Laura, una ficción creada por el brujo del palacio que hoy también se aburre. Más la luz empieza a tener formas, contornos... y se sale del marco del espejo, vagando por la habitación con gran estruendo. Al ruido caótico se une un fuerte perfume a fresa y frambuesas del bosque.
Laura, asustada, pide auxilio, pero ni los reyes, ni la servidumbre oyen sus gritos. La llama, presa de una risa insostenible, le pregunta lo que le ocurre, impresionándole aún más.
Laura llora y pide clemencia a esta “ cosa” que le provoca tanto terror. Por fin, la llama concluye con sus risas y voces y indica a la princesa que no piensa causarle ningún daño. Le explica que es el reflejo del propio aburrimiento. Hastiada en el fondo del espejo quería hacer algo divertido para cambiarse las ideas y de paso alegrar a la muchachita.
Todas las tensiones desaparecen y Laura decide convertirse en la amiga de la llama. Tranquila y serena, la princesita cuenta su mal estar por este día lluvioso sin sorpresa y sin fin. La llama le aconseja que coja un libro de cuentos y le lea algún párrafo con el fin de encontrar un remedio a esta situación.
Y Laura lee, lee, lee cuentos y cuentos a la llama hasta que caiga la noche. Sin darse cuenta, las horas van corriendo hasta el anochecer y Laura no vea el tiempo pasar. Cuando, muy tarde, la princesita se percata que no tiene la suficiente luz para seguir leyendo, advierte también que la llama del aburrimiento ha desaparecido y que está sola en su habitación.
Laura acaba de comprender el poder de la lectura. En unas pocas horas, ha dado la vuelta al mundo, ha conocido millones de amigos, ha descubierto valiosos tesoros. Gracias a los libros ha vencido al aburrimiento.


A.Botella.

jueves, 11 de diciembre de 2008

LA ARAÑA Y LA VIEJECITA



En una casita, en lo alto de una montaña, vivía hace tiempo una viejecita muy buena y cariñosa.
Tenía el pelo blanco y la piel de su cara era tan clara como los rayos del sol.
Estaba muy sola y un poco triste, porque nadie iba a visitarla.
Lo único que poseía era un viejo baúl y la compañía de una arañita muy trabajadora, que siempre le acompañaba cuando tejía y hacía labores.
La pequeña araña, conocía muy bien cuando la viejecita era feliz y cuando no.
Desde muy pequeña la observaba y había aprendido tanto de ella que pensó que sería buena idea intentar que bajara al pueblo para hablar con los demás. Así aprenderían todo lo que ella podía enseñarles.
Ella les enseñaría a ser valientes cuando estén solos, a ser fuertes para vencer los problemas de cada día y algo muy, muy importante a crear ilusiones, sueños, fantasías.
Las horas pasaban junto a la chimenea y las dos se entretenían bordando y haciendo punto.
La viejecita, apenas podías sostener las madejas y los hilos en sus brazos.
¡Qué cansada me siento!, ¡Me pesan mucho estas agujas!. Decía la ancianita.
La arañita, la mimaba y la sonreía.
Un día, la araña, pensó que ya había llegado el momento de poner en práctica su idea.
¿Sabes, lo que haremos?. ¡Iremos al mercado a vender nuestras labores!. ¡Así, ganaremos dinero y podremos ver a otras personas y hablar con ellas!.
La anciana no estaba muy convencida.
¡Hace mucho tiempo que no hablo con nadie!. Dijo: la anciana.
¿Crees que puede importarle a alguien lo que yo le diga?.
¡Claro que sí!. ¡Verás como nos divertimos!.
Se pusieron en marcha, bajaron despacito, como el que no quiere perder ni un minuto de la vida.
Iban admirando el paisaje, los árboles, las flores y los pequeños animalitos que veían por el camino.
Llegaron al mercado y extendieron sus bordados sobre una gran mesa.
Todo el mundo se paraba a mirarlos. ¡Eran tan bonitos!.
La gente les compró todo lo que llevaban. ¡Además hicieron buenos amigos!.
Enseguida, los demás, se dieron cuenta de la gran persona que era la viejecita y le pedían consejo sobre sus problemillas.
Al principio, le daba un poco de vergüenza que todo el mundo, la preguntara cosas. Pero poco a poco descubrió el gran valor que tienen las palabras y cómo muchas veces una palabra ayuda a superar las tristezas.
Palabras llenas de cariño como:
¡Animo, adelante, puedes conseguirlo!. ¡Confía en ti, cree en ti!.
Ella también aprendió ese día, que las cosas que sentimos en el corazón, debemos sacarlas fuera, quizá los otros puedan aprovecharlas para su vida.
La arañita le decía a la anciana: ¡Deja volar tus sentimientos, se alegre, espontánea, ofrece siempre lo mejor de ti!.
La viejecita y la araña partieron hacia su casita de la montaña.
Siguieron haciendo bordados y bordados.
Trabajaban mucho y cuando llegaba la noche la araña se iba a su rinconcito a dormir. La anciana se despedía de ella y le decía: ¡Gracias por ser mi amiga!.
¡Un amigo, es más valioso que joyas y riquezas, llora y ríe contigo y también sueña!.
Mientras sentía estos pensamientos, la viejecita se iba quedando dormida, sus ojos cansados se cerraron y la paz brilló en su cara.
La luna les acompañaba e iluminaba la pequeña casita y nunca, nunca estaban solas. Más allá, muy lejos, sus seres queridos velaban sus sueños.

martes, 9 de diciembre de 2008

PASARLO MAL


Pues si, lo pase mal, perdi este blog y no conseguia ni encontrarlo, ni cuando lo encontre podia editar, lo que hice fue uno nuevo y pasar las publicaciones de uno a otro y esta tarde con la ayuda de mi marido y un poco de paciencia lo recupero, ahora me quedo con los dos y publicare en los dos, estoy contenta y ademas recupero un blog que seguia a traves de este, de una escritora estupenda.
Asi que final feliz, ahora tengo todo anotado, de todos modos soy un poco despistada, intentare controlar mas.
FELICES FIESTAS

miércoles, 3 de diciembre de 2008


Autor : Desconocido.
El Angel de los Niños
Cuenta una leyenda que a un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando y que te cuidara.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y Sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y como entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras mas dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
-He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá mas aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de Mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando...
-¡¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás : MAMÁ .

lunes, 1 de diciembre de 2008

AMOR TANTRICO



Haz de tu habitación un templo del amor. Ilumina el ambiente con velas blancas y perfumadas, coloca flores frescas en jarrones y ten a mano aceites y bálsamos para los masajes. También, escoge una música suave que favorezca la relajación y prepara una bandeja con fruta y agua, para los momentos de "descanso". Antes de iniciar la sesión, baja el timbre del teléfono o directamente desconéctalo, y asegúrate de que nada vaya a interrumpirte.
Déjate llevar por el ritmo de la respiración. En el Tantra, las palabras sobran, el ritmo lo lleva la respiración. Siéntate frente a frente con tu pareja y comienza a respirar en forma pausada y sincronizada con él. Cuando tu exhalas, él inhalará; la idea es que él respire de tu aire y tú del suyo. Cierra los ojos y siente cómo el aire recorre todo tu cuerpo. De a poco, los pensamientos irán desapareciendo y entrarás en estado de meditación.
El momento de las caricias. Toma algún aceite y masajea a tu pareja con movimientos lentos y suaves. Primero, circulares y luego, de arriba hacia abajo, explorando todo el cuerpo. Haz que tus dedos busquen tu propio placer. Eso sí, absténganse de los pechos y los genitales. ¡Se reservan para lo último! Acaríciense durante quince minutos, luego hagan un descanso y vuelvan a la carga.
El beso del deseo. Recuéstense uno junto al otro, mírense a los ojos y bésense sin tocarse. Sigan el ritmo de la respiración.
Cada vez más próximos. Míralo fijamente y besa su piel. Recorre su cuerpo con tus besos y deja que él también lo haga. Recuéstate de espaldas y permítele que acaricie tus pechos. Déjate llevar por las sensaciones sin apresurarte. Recorre toda la longitud del pene y deja que él acaricie tu vulva con suavidad y dulzura.
Penetración tántrica. Descansen nuevamente, sigan respirando en forma pausada, y prepárense para una penetración completamente distinta a la conocida. Para la disciplina tántrica, el hombre no hace el amor a la mujer sino que son dos universos que se conectan y abren paso. El ritual tántrico toma a la penetración como un paso más del acercamiento de los cuerpos, no como una meta, por eso en la primera etapa la penetración debe ser estática. El pene se queda inmóvil dentro de la vagina, mientras la pareja continúa acariciándose suavemente. Al cabo de un rato, comenzarás a notar cómo tu vagina se relaja por completo y comienza a moverse rítmicamente por sí misma. Por su parte, el pene también tiene su propia autonomía y se mueve, como absorbido por la vagina. Este paso dura por lo menos 30 minutos.
Posponiendo el orgasmo. Si la erección es muy fuerte y se acerca la eyaculación, vuelve a los ejercicios de respiración y a las caricias suaves. También, el hombre puede apretar con dos dedos la zona del perineo, que queda entre el escroto y el ano, para evitar la eyaculación. Después de dos o tres horas de caricias tántricas, tu cuerpo y el de tu pareja estarán sumidos en el punto más alto de excitación y sentirán que forman un solo cuerpo. Así, dejándose llevar por las sensaciones placenteras, podrán encarar finalmente el coito, siempre lenta y suavemente, hasta que se produzca el orgasmo y éste los llene de placer, de los dedos de los pies hasta la punta de la cabeza.