martes, 29 de septiembre de 2009

Con la cruz a cuestas


Una cosa es cargar con tu cruz a cuestas y otra es que te crucifiquen, eso sucede mas a menudo de lo que desearías, las circunstancias de la vida te ponen en riesgo continuamente de que alguien o algo no programado te crucifique.

Se aprovechan para crucificarte, (por ejemplo esas mujeres que están explotadas sexualmente por las mafias, ) los cazadores de penalidades, buscan a mujeres desamparadas y con muchos problemas económicos, si además tiene hijos, tanto mejor, les prometen el dorado, cuando se dan cuentan de la realidad, ya no hay vuelta atrás, las amenazan con sus hijos, con sus padres, con sus hermanos y las ponen a putear a miles de kilómetros de sus hogares, en muchos casos humildes chabolas.

Pero los hombres que pagan dinero por mantener sexo con esas esclavas, para mi son los mas culpables y los que en realidad crucifican a esas mujeres y a los miembros de sus familias.
Tan poco hombres son, que para gozar necesitan comprar sexo?
O lo que les motiva es pensar que están exclavizando a un ser humano?
La prostitución a existido siempre, pero hay maneras y maneras, cualquier hombre o mujer es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, pero libre, no exclavizada por unos cuantos euros y los proxenetas y traficantes haciéndose rico con sus miserias, nunca las dejan libres, siempre les deberán dinero.
Las autoridades deberían hacer algo mas, si las pusieran sitios organizados donde libremente, (si quieren,) pudieran ejercer la prostitución, donde tuvieran mas higiene, donde no corrieran peligro y por supuesto las mafias no pudieran traficar con nada y menos con seres humanos.
La crucifixión no debería existir, solo llevar la cruz que quieras, que a veces es muy pesada.
Lo que vemos estos días en TV, es tercermundista, da vergüenza ajena, a veces es peor nacer mujer.